Ser autónomo en España es todo un desafío. Esto lo saben todas las personas que se han lanzado a la aventura y que, sobre todo en los primeros meses, han podido comprobar cómo aunque sus ingresos sean nulos, de pagar la cuota correspondiente no se escapan. Hay muchos estudios y comparativas al respecto: España es uno de los países europeos donde resulta más difícil autoemplearse lo que hace que aprovecharse de cualquier pequeño beneficio, descuento o deducción que nos ofrezca el estado sea casi obligatorio. A continuación podrás ver un pequeño listado con los gastos deducibles que todo web freelance debe saber.
O bueno sí que la hay pero la idea es que no hay una lista cerrada sobre los gastos que puedas deducirte como web freelance. Todo dependerá de tu propia actividad, de tus circunstancias particulares y de otros factores. Dicho esto, es normal que surja la duda acerca de cómo saber qué gastos son deducibles y qué otros no. Para ello hay una pequeña fórmula que puedes tener en cuenta.
Un gasto es sensible de ser deducible siempre y cuando…
Si el gasto que te gustaría deducir cumple estos tres requisitos, puede ser incluido en tu próxima declaración.
Dicho lo anterior, esta sería la lista ‘estándar’ de gastos que podrías deducirte de manera general siendo web freelance:
Consumos de explotación: se llama así a todas las adquisiciones de bienes que hagas para desarrollar tu actividad profesional. Por ejemplo, materias primas, envases, mobiliario de oficina, gastos de transporte, etcétera.
Sueldos y salarios: esto es, todo lo que abonas en concepto de sueldos, pagas extraordinarias, dietas y retribuciones en especie a tus empleados.
Los gastos de Seguridad Social cuando corren a tu cargo como web freelance: es decir, las cotizaciones que se derivan de la contratación de trabajadores.
Otros gastos derivados de la contratación de personal: Formación, seguros de accidentes, indemnizaciones por cese de contratos y contribuciones a planes de pensiones del personal contratado.
Gastos de mantenimiento y conservación de los bienes materiales: se refiere a los gastos que tengas sobre los materiales de los que ya dispones para desarrollar tu actividad económica con el objetivo de que puedan funcionar correctamente, nunca cuando se trate de mejoras.
Los gastos derivados de la contratación de profesionales independientes: abogados, notarios, etcétera, siempre que estén relacionados con la actividad económica que realicemos. También se incluyen los gastos, por ejemplo, como consecuencia del abono de las primas de seguros, servicios de publicidad, suministros, gastos de oficina, etcétera.
IVA soportado: Se trata del impuesto que pagas cuando compras bienes o servicios. Para declarar este tipo de gasto deducible tienes un plazo de 4 años.
Gastos financieros: son los gastos que se derivan del uso de capital privado para desarrollar la actividad de la empresa. Dicho de otra forma, podrás deducir los gastos que te generen los intereses de los préstamos que solicites para poder hacer funcionar tu negocio. El capital propio no cuenta.
Adquisición de materiales o servicios de formación: los libros sobre tu actividad profesional, la suscripción a revistas profesionales, los gastos relacionados con la asistencia a congresos, conferencias o cursos de formación, las cuotas de colegios profesionales o de las asociaciones empresariales son todos gastos deducibles.
Las primas de seguro de enfermedad: siempre que sean para el web freelance, para el cónyuge o para los menores de 25 años que convivan con él, con un importe máximo de 500 euros por persona y por año.
Provisiones para riesgos y gastos extraordinarios que se producen de manera no habitual: Se trata de gastos que se tienen de manera puntual y que pretenden prevenir un riesgo o cubrir una necesidad extraordinaria.
Facturas no cobradas o gastos relacionados con devoluciones de ventas: esto sólo pueden hacerlo los web freelance que tributan en estimación directa.
Los donativos o aportaciones a organizaciones sin ánimo de lucro: si realizas aportaciones a alguna ONG puedes deducirlo en tus declaraciones.
Gastos de oficina: también incluye los gastos derivados del local que se use para desarrollar la actividad económica: alquiler, reformas, suministros, teléfono, etcétera. Si trabajas en casa, puedes comunicar a Hacienda el porcentaje del domicilio que usas para desarrollar tu actividad de manera que puedas deducir los gastos correspondientes a la parte proporcional del alquiler y los suministros.
Los gastos de viaje, representación y vestuario: siempre que estén bien justificados, todos estos gastos pueden ser deducibles.
Como ves, la lista de gastos deducibles es de todo, menos escasa. Sin embargo, la mayoría de web freelance desconoce exactamente que tiene estas opciones y que puede ahorrar muchísimo en su contabilidad anual. Tú ahora ya no tienes excusa para empezar a amortizar tus gastos y mejorar la rentabilidad que obtienes ejerciendo tu actividad profesional.
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